El Festival Daulte, un regalo para el teatro
03:49 06/12/2012
Tres obras del dramaturgo Javier Daulte se verán
durante el fin de semana en el Arrimadero Teatro de Neuquén, dirigidas
por Gustavo Lioy. El autor homenajeado participará del encuentro.
PAULA GINGINS
pgingins@rionegro.com.ar
Su teatro siempre moviliza.
Tal vez por la simpleza, por la verosimilitud que logra cada vez, por
esa fascinante costumbre de bucear en los recovecos del alma humana, por
el dinamismo y el humor que encuentra en las situaciones más dolorosas y
complejas.
Javier Daulte, el creador que atrapa en los escenarios de los lugares más distantes, conversa del otro lado del teléfono con la simpleza que parece caracterizarlo, antes de llegar el sábado a esta capital para participar del Segundo Festival Daulte; esa especie de homenaje que uno de sus admiradores locales, el director Gustavo Lioy, preparó en el Arrimadero Teatro. "Me pone muy contento –adelanta a "Río Negro"–. Estuve en el primero (noviembre de 2010) y me encantó. Me emociona que "Cómo es posible que te quiera tanto" sea el estreno nacional, así que la voy a ver por primera vez (su obra sólo se montó en Barcelona)".
–¿Cómo es para un dramaturgo que otros pongan sus textos?
–Me gusta cuando ocurre en otras ciudades, como en este caso, o en otros países. Me resulta más raro cuando pasa en Buenos Aires, porque es el lugar donde yo las monto. Cuando están a una distancia de aquí, me es más posible verlas. Cuando uno escribe, a veces no lo hace con ideas muy claras sobre cómo se va a hacer esto que está escribiendo. La otra vez (en el Festival anterior) lo disfruté mucho y me parecieron muy originales las versiones.
–Tus puestas siempre tienen tu sello, aunque el texto sea de otro...
– Trato de contar la historia de la mejor manera. Algunos de los autores me dijeron que había resuelto muy bien los problemas que tenían sus obras. Los autores sabemos que las obras no son perfectas y con las funciones notamos que tienen defectos. La tarea es disimular esos problemas, no resaltarlos. A veces, por la fidelidad al texto, se puede entender mal y suponer que ese texto no tiene fisuras. Es un error: las obras de arte no tienen la cualidad de la perfección o de la exactitud
–Ganaste varios premios en teatro y tevé. Que se apropien de tus textos, como sucederá en el Festival Daulte de Neuquén ¿es de alguna manera un premio? (ver aparte)
–Sí, sí. Uno siente que la cosa se reproduce a la distancia. Es fabuloso encontrar un grupo de gente que se mete con los propios textos. Es parte del reconocimiento, porque el trabajo va rompiendo fronteras.
–El teatro se multiplica en el país. ¿Con qué tiene que ver?
–Creo que tiene que ver con una tradición que tuvo siempre nuestro país, y también con el trabajo que está haciendo el Instituto Nacional de Teatro, que permite el intercambio de hacedores, actores, directores, técnica... Que muestra que no todo pasa por Buenos Aires, que es un espacio para formarse y luego para multiplicar lo adquirido, como lo hace Gustavo Lioy en Neuquén, donde hay una movida propia. A veces la idea de que sólo es posible vivir de esta profesión en Buenos Aires, es errada. La mayoría no vive de esta profesión. Está bueno lo que está pasando y por eso para mí es importante viajar. No debe sernos indiferente a ninguno de los que hacemos teatro en Buenos Aires lo que está pasando en las provincias.
–Si bien los formatos son distintos, para el autor ¿hay alguna diferencia en pensar y escribir los guiones para TV y teatro?
–Cuando me preguntan si estoy escribiendo una obra, digo: "Sí. Estoy escribiendo una obra que se llama "Tiempos compulsivos" (miércoles, a las 22:30, en El Trece). Le pongo el mismo esfuerzo y dedicación, con más horas a la TV por sus propios tiempos. Tienen muchas diferencias, que son formales, pero eso se aprende rápido. Lo importante es trabajar, tratar de contar una historia interesante de una manera interesante, y seguir indagando en el comportamiento humano. Obviamente, las cosas que hago en teatro no las haría en tele, y viceversa.
http://www.rionegro.com.ar/diario/el-festival-daulte-un-regalo-para-el-teatro-1022821-9523-nota.aspx
Javier Daulte, el creador que atrapa en los escenarios de los lugares más distantes, conversa del otro lado del teléfono con la simpleza que parece caracterizarlo, antes de llegar el sábado a esta capital para participar del Segundo Festival Daulte; esa especie de homenaje que uno de sus admiradores locales, el director Gustavo Lioy, preparó en el Arrimadero Teatro. "Me pone muy contento –adelanta a "Río Negro"–. Estuve en el primero (noviembre de 2010) y me encantó. Me emociona que "Cómo es posible que te quiera tanto" sea el estreno nacional, así que la voy a ver por primera vez (su obra sólo se montó en Barcelona)".
–¿Cómo es para un dramaturgo que otros pongan sus textos?
–Me gusta cuando ocurre en otras ciudades, como en este caso, o en otros países. Me resulta más raro cuando pasa en Buenos Aires, porque es el lugar donde yo las monto. Cuando están a una distancia de aquí, me es más posible verlas. Cuando uno escribe, a veces no lo hace con ideas muy claras sobre cómo se va a hacer esto que está escribiendo. La otra vez (en el Festival anterior) lo disfruté mucho y me parecieron muy originales las versiones.
–Tus puestas siempre tienen tu sello, aunque el texto sea de otro...
– Trato de contar la historia de la mejor manera. Algunos de los autores me dijeron que había resuelto muy bien los problemas que tenían sus obras. Los autores sabemos que las obras no son perfectas y con las funciones notamos que tienen defectos. La tarea es disimular esos problemas, no resaltarlos. A veces, por la fidelidad al texto, se puede entender mal y suponer que ese texto no tiene fisuras. Es un error: las obras de arte no tienen la cualidad de la perfección o de la exactitud
–Ganaste varios premios en teatro y tevé. Que se apropien de tus textos, como sucederá en el Festival Daulte de Neuquén ¿es de alguna manera un premio? (ver aparte)
–Sí, sí. Uno siente que la cosa se reproduce a la distancia. Es fabuloso encontrar un grupo de gente que se mete con los propios textos. Es parte del reconocimiento, porque el trabajo va rompiendo fronteras.
–El teatro se multiplica en el país. ¿Con qué tiene que ver?
–Creo que tiene que ver con una tradición que tuvo siempre nuestro país, y también con el trabajo que está haciendo el Instituto Nacional de Teatro, que permite el intercambio de hacedores, actores, directores, técnica... Que muestra que no todo pasa por Buenos Aires, que es un espacio para formarse y luego para multiplicar lo adquirido, como lo hace Gustavo Lioy en Neuquén, donde hay una movida propia. A veces la idea de que sólo es posible vivir de esta profesión en Buenos Aires, es errada. La mayoría no vive de esta profesión. Está bueno lo que está pasando y por eso para mí es importante viajar. No debe sernos indiferente a ninguno de los que hacemos teatro en Buenos Aires lo que está pasando en las provincias.
–Si bien los formatos son distintos, para el autor ¿hay alguna diferencia en pensar y escribir los guiones para TV y teatro?
–Cuando me preguntan si estoy escribiendo una obra, digo: "Sí. Estoy escribiendo una obra que se llama "Tiempos compulsivos" (miércoles, a las 22:30, en El Trece). Le pongo el mismo esfuerzo y dedicación, con más horas a la TV por sus propios tiempos. Tienen muchas diferencias, que son formales, pero eso se aprende rápido. Lo importante es trabajar, tratar de contar una historia interesante de una manera interesante, y seguir indagando en el comportamiento humano. Obviamente, las cosas que hago en teatro no las haría en tele, y viceversa.
http://www.rionegro.com.ar/diario/el-festival-daulte-un-regalo-para-el-teatro-1022821-9523-nota.aspx
No hay comentarios:
Publicar un comentario